El Gobierno de México descartó convertirse en un tercer país seguro, tras el endurecimiento de las reglas sobre asilo en Estados Unidos.
El canciller Marcelo Ebrard rechazó las restricciones para solicitar asilo impuestas por la Unión Americana y aclaró que se entrará a un proceso de negociación.
Por su parte, el Gobierno estadounidense reforzó su postura contra la migración y restringió las solicitudes de asilo desde México.